Uno de los motivos de consulta más frecuentes en las clínicas veterinarias es la cojera en los perros. Para profundizar en este problema, hay que tener en cuenta en primer lugar, que la mayoría de las cojeras se producen por dolor, por lo que se debe acudir siempre al veterinario para que localice la causa de la molestia y le aplique el tratamiento correcto.

Causas más frecuentes de cojera en el perro

Quien tiene un perro como mascota es normal que en algún momento de su vida juntos lo vea cojear. Los motivos pueden ser diversos, pero siempre han de ser atendidos para no evitar que sufra males mayores. Estas son algunas de las causas más frecuentes.

Traumatismos

Se trata de una de las razones más habituales de visita al veterinario de urgencia. Puede ocurrir por un sobreesfuerzo al que no está acostumbrada nuestra mascota o a un golpe por una caída, un atropello, entre otros.

Según la gravedad del traumatismo, puede que nuestro pequeño amigo peludo solo necesite reposo y frío o, en casos más graves, el veterinario realizará pruebas radiológicas para determinar si hay rotura de algún hueso y facilitar calmantes analgésicos.

Cuerpos extraños clavados

A muchos animales que salen a correr al campo y dar paseos con sus dueños se le clavan objetos puntiagudos, ya sean naturales o artificiales. En los meses de primavera y verano, por ejemplo, es habitual que a nuestros queridos perros se les claven espigas. Cuando salen a pasear por la ciudad, en cambio, los riesgos están más asociados a cristales rotos y restos de materiales peligrosos para sus patas, que no deberían estar en la calzada o en la acera.

Estos cuerpos extraños pueden producir daños de diferente gravedad, desde una simple herida superficial, que se trata habitualmente con antisépticos tópicos, a graves abscesos de la extremidad afectada. Por este motivo, siempre se deben revisar las patas de los perros cuando se vuelve de un paseo, para comprobar que no hay objetos extraños clavados en su piel.

Uñas demasiado largas

Un perro que no hace el suficiente ejercicio es un perro que no desgasta lo suficiente las uñas. Esto resulta bastante incómodo para caminar y puede llegar a producir cojera, aunque es de fácil solución. Por este motivo, si nuestras mascotas ya no pueden hacer mucho ejercicio físico, bien sea por alguna patología, falta de tiempo o simplemente por contar con una edad avanzada, basta con cortarles las uñas periódicamente para mantenerlas en buen estado.

Artrosis

Esta enfermedad es crónica y de carácter degenerativo que afecta a los huesos y a las articulaciones. Produce dolor y va reduciendo la movilidad del animal gradualmente. En ocasiones aparece por la edad y el envejecimiento, en otras por un proceso inflamatorio repetido. Aunque puede afectar a cualquier can, independientemente de la edad y la raza, es más habitual que aparezca en perros de razas grandes y a edades avanzadas.

Aunque es una enfermedad que no tiene cura, sí se pueden suministrar tratamientos paliativos para mejorar su calidad de vida.

Fracturas de hueso

Los perros que tienen un hueso roto, habitualmente, experimentan un dolor agudo, por lo que no suelen apoyar la extremidad afectada. Suele ser consecuencia de traumatismos, mordiscos o incluso atropellos, y es necesario acudir al veterinario cuanto antes para que haga radiografías y otras pruebas necesarias que confirmen o descarten la fractura y ofrecerle el tratamiento analgésico apropiado.

En caso de confirmar fractura de hueso, será imprescindible que el animal haga un estricto reposo. Un trasportín o una jaula grande son las mejores soluciones para evitar que el animal realice movimientos innecesarios.

Otras posibles causas de cojera no especifican una extremidad en concreto. En estos casos son problemas musculares, asociados a tendones (tendinopatías), inflamación de todas o varias articulaciones (poliartritis), tumores, rotura de ligamentos, luxación de rótula o displasia de cadera.

En cualquier caso, ya sea por un agente externo que esta causando la molestia, por un daño ocasional o por una enfermedad subyacente, se hace necesario que un veterinario revise a nuestras mascotas cuando estas muestren signos de cojera. Cuando no se observa que hay alguna lesión o daño externo, las pruebas más habituales para poder determinar la causa de este problema son las pruebas de imagen, como la radiografía, la ecografía, la tomografía axial computerizada (TAC) y la resonancia magnética.