España tiene una larga tradición equina, se enorgullece de su amor por los caballos, pero tiene pocos conocimientos sobre sus posibles enfermedades y tratamientos. Estos inteligentes animales no están al alcance de todos, ya que son bastante caros y requieren de unas instalaciones con características muy difíciles de cumplir para la mayoría de nosotros. Este es el principal motivo por el que hay este desconocimiento sobre su salud.

En cualquier caso, vivimos en un país que permite el acercamiento a los caballos, que ofrece un sinfín de oportunidades para montarlos y disfrutarlos, así que no hay motivos ni excusas para no conocer un poco más de ellos, de sus posibles enfermedades, cómo detectarlas y actuar para mejorar la calidad de vida de estos hermosos y fieles animales.

  1. La gripe

La gripe equina es un mal bastante común en esta especie, al igual que ocurre con los seres humanos y, del mismo modo, se trata de un virus que afecta a las vías respiratorias altas, pero, si su agresividad aumenta, también puede dañar los pulmones y los bronquios, es decir, las vías respiratorias bajas.

El caballo se infecta de gripe por vía aerógena, introduciéndose en el organismo por la mucosa. Sus síntomas son los mismos que en los seres humanos, secreción nasal, tos, pérdida de apetito, poca energía… Incluso puede llegar a padecer de fiebre y, si se complica, derivar en bronquitis. Al no existir medicamento, se recomienda darle reposo, dejando al animal en un entorno bien ventilado.

  1. El tétanos

Clstridium tetani es una bacteria que vive en el suelo y es la que produce el tétanos en la especia equina. Abunda en los suelos con mucha materia orgánica y se inocula en el organismo del animal a través de llagas, heridas, arañazos… habituales en las patas del caballo. Sus síntomas son contracciones musculares, constantes e involuntarias, conocidas con el nombre de tetánicas. El animal padecerá de problemas musculares generalizados, en la mandíbula y en el rostro. Esta bacteria afecta de manera directa al sistema nervioso central. Lo mejor que se puede hacer es evitar la enfermedad con una vacuna preventiva y manteniendo al caballo sano y bien cuidado, evitando que tenga heridas abiertas en su cuerpo.

  1. Los cólicos

Con este nombre se reconoce un conjunto de dolencias en la zona del abdomen del caballo causantes de grandes molestias. Existen varios factores que pueden desencadenar este mal y cada uno de ellos tendría su propio tratamiento. Se podrá notar que sufre de cólicos si emite una sudoración excesiva, está muy nervioso y se descontrola cuando sufre el dolor. También tendrá problemas con las heces y se deshidratará. Es posible que adopte posturas extrañas, ejecutadas para aliviar el dolor.

  1. La encefalitis equina

Esta rara enfermedad provoca inflamación cerebral y es causada por la picadura de mosquitos. En ocasiones el ataque es muy agresivo, produciendo convulsiones y parálisis en el animal. La encefalitis equina está considerada como una de las más peligrosas patologías y con un pronóstico más negativo en relación a su calidad y esperanza de vida. Afortunadamente, existe vacuna para evitarla y prevenirla.

  1. Las paperas

Aunque parezca algo extraño, las paperas, al igual que en las personas, es una enfermedad que pueden sufrir los caballos. En estos casos la detección es muy rápida y sencilla, ya que la inflamación de los ganglios linfáticos localizada en la zona mandibular es apreciable desde los primeros estadios de la enfermedad. El gran problema de este padecimiento es lo contagiosa que es, por lo que hay que actuar lo más rápidamente posible, llamando al veterinario especializado en salud equina. Estos sabrán cómo frenar el avance de este problema, salvando la vida del animal si se ha llegado con suficiente tiempo.

  1. La Babesiosis o Piroplasmosis

La última de las enfermedades que se van a nombrar en este artículo la provoca la Babesia equi, un parásito protozoo que transmiten las garrapatas. La Piroplasmosis también se presenta con bastante frecuencia en otros animales domésticos, como la vaca o el perro. Actúa atacando a los glóbulos rojos del animal, lo que le producirá síntomas como la anemia, adelgazamiento visible y fiebre. Hay que tener mucha precaución con este mal puesto que es muy dañino. Es recomendable, por tanto, que en cuanto se tenga la más mínima duda de que pueda sufrir este tipo de ataque biológico se recurra lo más rápidamente posible al profesional veterinario.