Las intoxicaciones de mascotas forman parte de las consultas más recurrentes dentro del servicio de urgencias de las clínicas veterinarias. Tal y como sucede en el caso de los humanos, puede no deberse exclusivamente a la ingestión de un tóxico, sino también a su exposición o inhalación. Sin embargo, las más urgentes sí que están relacionadas habitualmente con algún tipo de veneno engullido.
Ante la sospecha de una posible intoxicación, hay una serie de recomendaciones que se deben tomar aun estando en el domicilio. En primer lugar, hay que tener cerca al animal y vigilar sus constantes vitales (frecuencia cardíaca y respiratoria, pulso, color de mucosas, nivel de consciencia), anotando cualquier signo que presente, como vómitos, diarreas, sangre en orina, signos neurológicos.
Asimismo, es conveniente intentar averiguar cuál ha podido ser el producto ingerido, en cuánta cantidad y, si es posible, llevar al hospital el envase para conocer sobre sus principios activos.
Tipos de exposiciones y actuaciones
Cabe destacar que es obligado de todo punto acudir a un centro veterinario de urgencia, pero con la mayor información posible que se haya podido recabar y evitar la exposición continuada al tóxico. Se deberá seguir estos patrones de actuación según el caso:
Exposición ocular
Si la intoxicación ha sido debida a una exposición por vía ocular, se procederá a realizar un lavado de ojos durante 30 minutos con suero fisiológico, si se tiene en casa, o, en su defecto, con agua templada.
Exposición dérmica
Para este tipo de intoxicación, se tendrá que dar un baño al animal con agua atemperada, a excepción de si la mascota se encuentra en estado convulsivo. Las sustancias oleosas sólo deben usarse para disolver pegamentos, ya que en contacto con otras sustancias puede provocar la absorción de otros tóxicos.
Exposición gástrica
En este caso lo mejor es no intervenir y dejar actuar al veterinario, pues cualquier acción que se lleve a cabo podría emporar la situación. Además, cabe señalar que jamás debemos administrar agua con sal como emético, ya que se puede ocasionar una doble intoxicación, la primera por el ingerido y la segunda por la sal.
Qué hace el veterinario cuando llega un perro o un gato con intoxicación gástrica
Tras recabar la máxima información posible por parte del dueño del animal, se llevará a cabo una investigación sobre el posible tóxico ingerido y sus posibles efectos adversos. Después, se valorará el estado del paciente con una exploración física general, junto con el tipo de tóxina, la cantidad ingerida y los signos que presenta.
Posteriormente, se procederá a administrar un antídoto si existe. Sin embargo, suele ocurrir que la mayoría de tóxicos no tienen uno específico, por lo que se pasará al siguiente punto directamente, que será hospitalizar al animal para controlar sus signos vitales y evitar una mayor absorción del producto que produce el daño.
Se le colocarán vías endovenosas y se extraerá sangre para realizar todas las pruebas que sean necesarias, ya que según la sustancia puede verse afectado diferentes órganos o sistemas. Después, se seguirá administrando fluidoterapia intravenosa y se le procederá a un tratamiento según los signos que presente.
Si el tóxico ha sido ingerido, se llevará a cabo una descontaminación digestiva para evitar que continúe absorbiéndolo. Esto no significa que siempre se hayan de administrar eméticos (para vomitar), ya que en el caso de que sean ácidos o básicos no deben ser expulsados por vía esofágica, porque provocarían daños severos en la mucosa. Por tanto, el especialista será quien determine cuál es la medicación o tratamiento que se debe pautar en relación al tóxico ingerido y los signos que presente el animal. Estos son los más frecuentes:
Eméticos
Solo si no se trata de tóxicos ácidos o bases. Si se hace antes de que hayan pasado 4 horas, se conseguirá eliminar hasta un 80% del tóxico ingerido.
Lavado gástrico
Este método solo resulta efectivo si solo han pasado una o dos horas tras la ingestión.
Carbón activado
Se trata de una sustancia que se une al producto venenoso convirtiéndolo en no absorbible y logrando que se elimine por las heces. No surte efecto si se administra después de 2 horas después la exposición.
Tras la intervención que el veterinario considere más oportuna para cada caso, conviene mantener bajo observación hospitalaria al animal. El tiempo de hospitalización dependerá de la sustancia, la cantidad, el tiempo transcurrido hasta la intervención veterinaria y cuántos órganos hayan podido ser afectados y en qué gravedad…
Su alta hospitalaria se recomienda cuando desaparezcan los signos clínicos y el animal presente una analítica normal.
Desde la Clínica Veterinaria San Antonio pedimos a los dueños de las macotas que extremen las precauciones con los productos de limpieza habituales del hogar para que no queden expuestos y puedan ser ingeridos accidentalmente. Asimismo, algunos alimentos son muy perjudiciales para los perros y gatos, por lo que sugerimos que se informen con nosotros de cuáles son para evitar riego de ingesta.